Cuando hay un candado, hay una puerta para abrirse

Abogado español Brotons

El abogado del gobierno boliviano, Antonio Remiro Brtons, señaló este martes que existen los antecedentes suficientes que abren la posibilidad de negociar un acuerdo que permita una salida al mar para nuestro país

El representante señaló este martes en La Haya que muchísimos documentos firmados por representantes de Chile a lo largo de décadas, reflejan la apertura para eliminar el enclaustramiento boliviano.

El jurisconsulto puso énfasis –en la jornada de alegatos- en los alcances del Tratado de Ancón y que permite a Perú tomar posición sobre el diferendo.

"Cuando hay un candado, significa que hay una puerta que en algún momento puede abrirse", puntualizó.

Tras citar los acuerdos escritos intercambiados por La Paz y Santiago e infrascritos por cancilleres y embajadores bolivianos y chilenos, el letrado español hizo énfasis en el protocolo complementario del Tratado de Ancón, de junio de 1929 --que repartió Arica para Chile y  Tacna para Perú, que ese  año cumplían 46 años de ocupados por tropas chilenas-- que conllevó una cláusula que alude a Bolivia, dice ABI.

Otros momentos

Brotons, que deploró que en su Memoria y Contramemoria Chile pretenda desvirtuar los actos diplomáticos de La Paz y Santiago del siglo XX, en aras de la cesión de una porción de costa, de entre 4 y 20 km de los más de 6.000 que el país trasandino posee en el Océano Pacífico, como así disociar las notas de Estado, una de otra, por el uso de determinados verbos, citó también las actuaciones del presidente chileno ascendido en 1946, Gabriel González Videla.

"Gabriel González Videla manifestó al canciller boliviano, Aniceto Solares, y al embajador boliviano en Chile, Alberto Ostria Gutiérrez, su aceptación para iniciar negociaciones con miras a otorgar a Bolivia un acceso soberano al Océano Pacífico", precisó Brotons que aportó de manera textual citas de los documentos oficiales.

De acuerdo a la versión de ABI, el jurista español al servicio de Bolivia, que la prensa chilena define como el artífice de la tesis que sostiene el juicio marítimo boliviano a Chile, hizo notar a los 15 magistrados de la CIJ, presentes en el estrado principal de la Casa de la Paz, en La Haya, que "tras una decisión de negociar existe, por  supuesto, una voluntad política".

"Cuando las partes están de acuerdo, se garantiza, una a otra, mantener una línea de conducta en el marco de un proceso que de una u otra parte cae  en el ámbito del derecho", subrayó.

En su alegato, Brotons desnudó, argumental y sistemáticamente, que Chile carece, por  tanto, de derecho y razón, para desconocer los actos de sus autoridades y, mucho menos, para desentenderse de su obligación de negociar.

El jurisperito resaltó las notas escritas por autoridades chilenas a Bolivia, en consonancia con el parecer del secretario de Estado de Estados Unidos, Franz Kellogg (1925-29), que pidió entregar Arica e Iquique a Bolivia, privada ya de Antofagasta, Tocopilla, y Mejillones, precisó que las gestiones bolivianas por obtener una salida soberana al mar no prosiguieron tan intensivamente en adelante por el estallido de la segunda guerra mundial (1939-45), lo que también explica la ralentización en las décadas de los 30 y 40 del siglo XX.

El profesor español citó también el intercambio de notas de Estado y el encuentro, en 1975, de los presidentes de hecho de Chile, Augusto Pinochet, y de Bolivia, Hugo Banzer, que enervaron otro tiempo de diálogos marítimos y compromisos formales para enmendar la mediterraneidad boliviana.

"Las partes se comprometen a negociar con un fin específico", finalizó.